Nosotros nunca hicimos un curso prematrimonial cuando eramos novios. En retrospectiva, nos hubiera gustado haberlo hecho. ¿Cómo puede ser que tengamos que dar clases de conducir antes de poder formar parte del tráfico, y cómo puede ser que tengamos que estudiar para ejercer una profesión, pero que no tengamos que hacer un curso prematrimonial “obligatoriamente” si queremos pasar el resto de nuestra vida con alguien? Al fin y al cabo, es una de las decisiones más importantes de tu vida, ¿no?
Nos gustaría verlo de otro modo, por eso decidimos empezar a asesorar nosotros mismos a las parejas que planean casarse.
Una buena preparación, la oportunidad de expresar las expectativas, y un entorno seguro para hablar de las diferencias que existen son, entre otras, las partes que tenemos en cuenta a continuación.
También nos gustaría repasar algunos de los pilares que dan solidez al matrimonio.
Cuando estábamos buscando un curso prematrimonial, Dios nos trajo a Kike y Johanna, de tal modo que lo que pensamos que sería un trámite de la boda se convirtió en una terapia relacional vital. Estamos tan agradecidos que ahora no sólo son amigos, sino que son también nuestros terapeutas y los recomendamos a todo el mundo.
Fue una buena experiencia, hacer el curso prematrimonial, Kike y Johanna comparten muy abiertamente sobre su propia experiencia y hacen buenas preguntas. Es valioso invertir en una comunicación sana antes del matrimonio.